En el Campeonato Sudamericano 1963, Argentina, siendo dirigido por Horacio Torres, terminó tercero en el torneo, aunque el equipo alcanzó importantes victorias sobre Brasil, Ecuador y Colombia, pero perdió en Bolivia y Perú. Y aunque en los siguientes años no ganó la Copa América, siguió demostrando supremacía a nivel continental, pero no encontraba una adecuada organización interna como para plasmar ese potencial futbolístico en Copas del Mundo. Ese mismo año el equipo sufrió tres derrotas en Brasil: dos de ellas en la Copa Roca y la siguiente en la Copa Atlántica.