La sentencia da como hechos probados que Amaya, cuando jugaba en el Betis, junto a otros jugadores y directivos, alteraron «los resultados de la competición deportiva pagando un total de 650.000 euros por incentivar su victoria ante el Real Valladolid en la jornada 37 de la temporada 2013/2014 como para dejarse ganar en el partido que les enfrentó contra el Osasuna en la jornada 38» y lo condenó a un año de cárcel.