La rivalidad con Everton comenzó a gestarse hacia la segunda mitad de los años 1930 y se vio intensificada con el traslado de Everton a Viña del Mar, separada a solo 9 kilómetros de Valparaíso. El equipo dirigido por Juan Manuel Azconzábal perdería el invicto en la octava fecha en la derrota ante Santamarina de Tandil pero esto no detendría el buen momento del equipo, que conseguiría mantener inmediatamente otro invicto de 7 fechas derrotando a Chacarita, Independiente Rivadavia de Mendoza, equipacion de inglaterra Juventud Unida (G) y Douglas Haig de Pergamino antes de caer como visitante ante Gimnasia de Jujuy.